La gestión de datos en las smart cities es fundamental para una construcción exitosa de las ciudades del futuro. Los últimos datos de IDC Research España afirman que durante 2018 la inversión relacionada con los proyectos Smart City alcanzará los 80.000 millones de dólares en todo el mundo. Y aumentará hasta los 135.000 millones en 2021.
De ahí la necesidad de crear nuevas tecnologías que aporten respuestas a nuevas líneas de negocio. Unas oportunidades que girarán en torno a las tecnologías de automatización, conectividad avanzada e inteligencia artificial.
Las smart cities, un bien común
Mejorar la conectividad dentro de las ciudades no es solo una necesidad impulsada por la obligación de seguir la tendencia en boga que apuesta por la digitalización. Construir ciudades inteligentes tiene beneficios tanto para los residentes como para las empresas.
Al integrar datos se pueden construir soluciones que mejoren la realidad de la vida de los ciudadanos: Desde la optimización de las rutas del transporte público hasta la creación de incentivos para que las personas reciclen. En definitiva, acciones que permiten crear un mundo mejor.
La integración efectiva de los nuevos sistemas en el entorno actual es una tarea difícil ya que requiere una adecuada gestión de datos en las smart cities. Además de un sólido análisis de esos grandes volúmenes de datos.
Sin ellos, no es viable la creación de las smart cities. Y será imposible ofrecer un entorno de vida sostenible, próspero y eficiente para sus residentes.
El desafío de la gestión de datos en las smart cities
La creación de una ciudad inteligente dependerá en gran medida de la capacidad que tengan las organizaciones de compartir y analizar la gran cantidad de datos generadas por las nuevas tecnologías.
Sin la posibilidad de compartir información vital en tiempo real las empresas no pueden desarrollar las aplicaciones necesarias que indiquen las respuestas a la automatización que requieren las Smart Cities. Ni, por supuesto, las soluciones de software que construyan las capacidades «inteligentes» de una ciudad y su infraestructura.
Por eso, hacer que los datos de los usuarios estén disponibles para otras organizaciones permite el desarrollo de soluciones tecnológicas. Iniciativas que pueden abordar brechas en el mercado y brindar beneficios para todos. Así, queda claro que extraer el valor necesario de los datos es fundamental para la evolución de las ciudades inteligentes.
A partir de esto, las organizaciones pueden comprender dónde pueden ser más eficientes. Y dónde se pueden usar los datos para impulsar el desarrollo de una infraestructura inteligente.
Crear la infraestructura digital necesaria
Todos los dispositivos conectados a Internet generan grandes cantidades de datos. IDC predice que la cantidad de datos en el mundo llegará a 163 zettabytes en 2025. Esto supone un gran aumento respecto de los 4,4 zettabytes de 2013.
Muchas organizaciones no aprovechan al máximo los datos a los que tienen acceso en estos momentos. Y mucho menos lo harán a medida que las tecnologías se desarrollen.
Sea cual sea el sector en el que se desarrolle, en las smart cities cualquier organización tendrá que reunir, cotejar y presentar esta información de una manera legible. Solo así se podrán construir soluciones que den respuesta a las necesidades esenciales.
Los datos son la clave para brindar a las organizaciones el conocimiento necesario para dirigir sus inversiones de una manera coherente. Para eso, es clave apoyar el crecimiento de las ciudades inteligentes. Un elemento fundamental si se quiere hacer frente a las demandas futuras de los ciudadanos. Pero también de las propias organizaciones.
Y su éxito se basa, en gran medida en la gestión de datos en las smart cities. Por ello, es hora de invertir en la tecnología necesaria para garantizar que tu estrategia de gestión de datos esté a la altura de lo que requieren los nuevos tiempos.