La compañía aeronáutica ha anunciado su participación en un proyecto para desarrollar aviones cero emisiones gracias al uso de este
El consorcio aeronáutico Airbus ha anunciado un acuerdo de asociación con CFM International, participada a partes iguales entre GE y Safran Aircraft Engines, de cara a trabajar conjuntamente en un programa de desarrollo de aeronaves cuyo motor funcionaría con la combustión del hidrógeno. Este proyecto, que permitiría por primera vez en la historia lograr aviones con cero emisiones gracias al hidrógeno, se enmarca en un plazo temporal que finalizaría en 2035, fecha en la que se espera la puesta en servicio de la primera aeronave de este tipo.
Para ello, Airbus ha informado que el prototipo de motor de combustión, cuyas pruebas tendrán lugar en tierra y en vuelo, se desarrollará sobre el diseño de un A380 que forma parte del banco de pruebas en vuelo de la compañía y que está equipado con depósitos de hidrógeno líquido. Así las cosas, será la propia compañía quien defina los requisitos de sistema de propulsión de hidrógeno, supervise las pruebas de vuelo y proporcione la plataforma del A380 para la prueba del prototipo de motor.
Por su parte, CFM International modificará la cámara de combustión, el sistema de combustible y el sistema de control de un motor turbofán GE PassportTM para adaptarlo a este tipo de combustible sostenible. Para la viabilidad del proyecto, CFM International llevará a cabo un programa intensivo de pruebas en tierra antes de poder iniciar las pruebas en vuelo del A380.
Este anuncio se enmarca en un momento de total disrupción en el sector, que se enfrenta al enorme reto de lograr una transición hacia un modelo sostenible. Algo de lo que tanto CFM como Airbus han dejado constancia mediante su apoyo al Grupo de Acción para el Transporte Aéreo el pasado octubre de 2021, estableciendo el reto de lograr un sector de la aviación con aeronaves cero emisiones netas de carbono para el año 2050.
¿Cómo funcionan los actuales motores de un avión?
El sector aeronáutico se trata de uno de las actividades humanas donde más exigencia y rigurosidad se exige a la hora de la fabricación de las piezas que forman parte de un avión, ¿pero tan complejo es el motivo por el que una máquina tan pesada es capaz de alzar el vuelo? La realidad es que sí, pero, como todo en esta vida, tiene una explicación racional a la par que sencilla.
Imagínate que cogemos un globo lleno de aire al que le soltamos el nudo. ¿Cuál es el resultado? Que el aire encerrado en el interior del globo busca salir, de manera abrupta, a través del extremo abierto del globo, por lo que nuestro globo de colores saldrá disparado en cualquier dirección. Pues sí, querido lector, así funciona el motor a reacción de un avión, mediante el impulso de una corriente de aire que sale a través del extremo del motor. Esto poco tiene que ver con los mencionados aviones cero emisiones. Bueno, sigamos.
A estas alturas, te habrás dado cuenta de que es un poco más complejo que esto, y que si queremos saber por qué vuela un avión, tenemos que profundizar un poco más. Allá vamos.
Los grandes bloques de un motor a reacción
Un motor a reacción convencional se divide en cuatro grandes bloques: admisión, compresión, combustión y escape.
En la parte delantera (admisión), una gran hélice absorbe el aire y lo conduce tanto al interior del motor como por el exterior, rodeando el núcleo de la turbina. Es, a través de este núcleo, situado, como no podía ser de otra manera, justo en el centro del motor, donde el aire avanza hacia el compresor.
¿Recuerdas a nuestro querido globo? Pues al igual que cuando lo presionas, el aire que llega a la zona de compresión se oprime de una manera brutal, pasando a la cámara de combustión, donde se mezcla con el combustible del motor. Imagina una gran corriente de aire caliente que se expande de manera colosal en una cámara estanca, creando un chorro de alta velocidad que se proyecta hacia la parte trasera del motor de un avión mientras este sale despegado, nunca mejor dicho, hacia adelante.
Cuanto mayor es la velocidad, mayor es la fuerza de empuje del motor. En ese momento, donde la temperatura de nuestro motor a reacción alcanza los 1.500 grados centígrados, casi nada, ¿verdad?, las piezas demuestran esa calidad y exigencia a las que están sometidas. Nada puede fallar.
El chorro de aire caliente también hace girar a la turbina del avión, conectada a la parte delantera del motor por un eje. Como si se tratase de un molino de viento. Piensa que cada pala de esta turbina de alta presión empuja con una fuerza similar a la de un coche de Fórmula 1.
El exceso de aire caliente sale a gran velocidad por la parte trasera del motor (escape), generando la energía necesaria para que el avión llegue a tiempo a su destino. Así vuela un avión.
Si después de todo, aún no te ha quedado claro cómo funciona un motor a reacción, no te preocupes. Seguro que este vídeo aclara tus dudas: