El Gobierno de Castilla y León ha anunciado la instalación de dos gigavatios eólicos y otros dos fotovoltaicos para reforzar su papel como el principal productor de energía renovable en España
La Consejería de Economía y Hacienda de Castilla y León ha anunciado, mediante una nota de prensa, que prevé un incremento de la potencia de generación de energías renovables en la región de hasta 4 GW antes de 2023, pasando de los 5.600 MW de potencia fotovoltaica instalados en 2019 a 7.600 MW en 2023; y otros tantos en la instalación de potencia eólica, pasando de la potencia en 2019 de 500 MW a los 2.500 en 2023. Este plan busca apuntalar el compromiso de Castilla y León con la energía renovable en un momento en el que la generación de energía eléctrica en la Comunidad Autónoma creció un 13,88% durante el pasado año, frente al descenso del 3,34% de la producción nacional en el mismo periodo de tiempo. Además, Castilla y León produjo el 56,46 % de electricidad renovable de todo el país en 2020 y se consolida como exportador neto de energía, con la producción del 10 % del total de producción bruta de energía eléctrica de España.
La Junta de Castilla y León prevé un incremento de la potencia de energías renovables ligeramente superior a los 4.000 megavatios. El compromiso de instalación de energías limpias para esta legislatura fija un crecimiento de la energía fotovoltaica de 2.000 megavatios, pasando de los 5.600 MW instalados en 2019 a 7.600 MW en 2023; y otros tantos en la instalación de potencia eólica, pasando de la potencia en 2019 de 500 MW a los 2.500 en 2023. Asimismo se preveía un incremento en la potencia eléctrica de biomasa forestal de 50 MW que en estos momentos ya están instalados, en concreto, con la puesta en funcionamiento de una planta de producción eléctrica en Cubillos del Sil (León).
Según cifras del propio ejecutivo, hoy por hoy, la Comunidad Autónoma cuenta con 6.289 MW de potencia eléctrica eólica y 883 MW de potencia instalada de solar fotovoltaica.
El incremento de la producción de electricidad de la Comunidad se debe entre otras causas a una destacada presencia de producción de energías renovables en la Comunidad, con su aportación de energía a través de la gran hidráulica, con el 25,26 % de la producción nacional; eólica, en la que la Comunidad es líder en potencia instalada de toda España, con casi el 23 % del total nacional; y de una aportación creciente al sistema eléctrico de la fotovoltaica que ha sumado el 7,29 % de la producción del Estado.
Asimismo, el consumo eléctrico durante la pandemia se ha incrementado un 3 % en los hogares, que pasa de los 2,9 millones de MWh en 2019 a los 3 millones de MWh de 2020, como consecuencia de los periodos de confinamiento a los que hay que sumar la actividad relacionada con el teletrabajo. Por el contrario el consumo eléctrico de uso industrial y servicios descendió un 8,5 % debido a las mismas causas. Como consecuencia el consumo total eléctrico de Castilla y León descendió, en el periodo indicado, un 5,8 % descenso muy similar al que se produce en España que desciende un 5,1 %.
Una nueva estrategia energética en Castilla y León para el periodo 2021-2030
Por otro lado, la Consejería de Economía y Hacienda está redactando la Nueva Estrategia de Eficiencia Energética de Castilla y León 2021-2030. Este trabajo, llevado a cabo por el Ente Regional de la Energía (EREN) en línea al Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030 (PNIEC), verá la luz durante el segundo semestre del año 2021.
Los objetivos que esta nueva estrategia pretende alcanzar son un 23 % de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) respecto a 1990; alcanzar un 42 % de renovables en el uso final de la energía, cifra que duplica el 20 % del año 2020; llegar a un 39,5 % de mejora de eficiencia energética en la próxima década y contar con un 74 % de presencia de energías renovables en el sector eléctrico, en coherencia con una trayectoria hacia un sector eléctrico 100 % renovable en 2050.