Ambas entidades han firmado un contrato por valor de 350 millones de euros para la construcción y el ensamblaje de 62 ‘jackets’ destinados a un parque de eólica marina que se emplazará en la Bretaña francesa
Iberdrola y Navantia, a través de su filial Windar, han hecho público un contrato entre ambas partes para la construcción y ensamblaje de 62 jackets de eólica marina y sus correspondientes pilotes por valor de 350 millones de euros. Este acuerdo tiene como fin la instalación de un parque eólico de Iberdrola en Saint-Brieuc (Francia), que generará energía para 1 millón de personas. La naviera distribuirá el trabajo de este pedido en sus astilleros de Fene (La Coruña) y Avilés (Asturias), así como en una nueva planta que Navantia-Windar abrirá en Brest, dada la proximidad al lugar de instalación del parque.
Este proyecto tendrá un impacto de 2.100 empleos directos. De ellos, casi 1.000 corresponden a empleos generados en Navantia-Windar en Galicia y Asturias, y más de 1.100, repartidos entre diversas empresas en Francia. En concreto, al puerto de Brest, El Havre y la futura base de operaciones (aún por decidir), según afirma la nota de prensa publicada por la multinacional energética en su página web. En palabras de Ignacio Galán, presidente de Iberdrola, con un contrato de estas dimensiones en eólica marina “demostramos que la economía verde es un gran polo de industrialización y de empleo sostenible y de calidad, ahora que la revitalización de la actividad es más importante que nunca”.
Esta noticia llega tras el anuncio por parte de Iberdrola de adjudicaciones por valor de 2.200 millones de euros, en los últimos 18 meses, a diferentes proveedores vascos, entre los que se encuentra Ormazabal, compañía especializada en la innovación del sector eléctrico.
El parque offshore Saint-Breuc
El parque eólico marino de Saint-Brieuc dispondrá de una potencia de cerca de 500 MW y será capaz de generar energía limpia suficiente para satisfacer el consumo de electricidad de cerca de un millón de personas. Ubicado en aguas de la Bretaña francesa, en un área de aproximadamente 78 km2, la instalación prevé iniciar su explotación en 2023. Para su puesta a punto, Iberdrola invertirá 2.400 millones de euros.